Quizá haya llegado el momento, pues camino paralela al mundo, cambio. Hace días que no quiero volver a confiar en nada, no volveré a intentarlo. No te sigo, no te escucho, no te busco; solo veo sombras de lo que fue una de tantas canciones de Joaquín Sabina.
Me engaño siendo otra persona, y qué más da si parezco la perfección mental. La realidad es una tela desgarrada con tal lentitud que roza la agonía
No hay tal cambio, no existe el movimiento; sólo me engaño.